Cómo sacar el máximo partido a tus lazos amorosos

El concepto de los amarre de amor es sencillo. Estás en una relación porque los dos os preocupáis el uno por el otro. Compartís intereses mutuos y ambos queréis lo mismo en la vida: ser felices. Pero, ¿qué ocurre cuando se está enamorado? ¿Cómo se mantiene esa chispa especial? ¿Cómo dar un nuevo impulso a tu relación? Si tienes una relación duradera, es probable que haya algunos aspectos en los que tú y tu pareja podáis trabajar juntos, sobre todo si a uno de los dos no le gusta mucho cómo van las cosas. Puede que te resulte difícil creer lo poco que puede cambiar una relación con el paso del tiempo, pero piénsalo: todos crecemos, tenemos hijos y nuestras prioridades cambian. También lo hace nuestra pareja, a veces más de lo que nos gusta admitir. Nuestra visión actual de algo también puede cambiar con el tiempo. Si te cuesta encontrarte con tu pareja o te sientes insatisfecho como pareja, trabajar juntos en estos cambios puede ser la chispa que tu relación necesita para volver a florecer.

Conocerse primero

Antes de empezar a trabajar en los problemas que os frenan, tenéis que conoceros. Esto incluye hablar del trabajo y la vida social, así como de vuestra relación. Pregúntale a tu pareja qué le gusta, qué no le gusta y qué cambiaría. Esto os ayudará a abrir una conversación y a entenderos mejor.

Tener un encuentro cara a cara

Una vez que os hayáis conocido, celebrad una reunión cara a cara en la que habléis de todo con vuestra pareja. No es el momento de utilizar el teléfono o el correo electrónico: la comunicación cara a cara es la única manera de hacerlo. Esto puede parecer una exageración, pero en realidad es muy importante: nuestras formas actuales de comunicación pueden perturbar enormemente la experiencia y las capacidades de nuestra pareja. ¿Cómo se empieza un encuentro cara a cara? Hay que averiguar qué le gusta hacer a tu pareja, dónde es probable que se encuentre, y concertar una cita con ella. Si estáis en costas opuestas, esto es un reto logístico en sí mismo. Por suerte, hay muchas formas de reunirse en persona y charlar a distancia si quieres ahorrar tiempo y energía.

Aprender a abrazar

A medida que os encontréis más a menudo, notaréis que vuestra relación se vuelve más abierta y relajada. Esto se debe a que los dos estáis aprendiendo a abrazaros: cuando uno de vosotros se siente deprimido o estresado, es probable que el otro lo perciba y trate de calmarse también. Esto puede ayudar mucho a resolver los problemas entre los dos. Sin embargo, no significa que vayáis a ser una pareja feliz, estable o duradera. Eso requiere trabajo. Toda esta energía positiva y las conversaciones pueden dar lugar a dos cosas: un sentimiento de amor demasiado generalizado o la posesividad. Si alguna de las dos cosas empieza a aparecer, ya sea en forma de posesividad o de un sentimiento de amor demasiado generalizado, debes tener cuidado porque podría ser una señal de que debéis tomaros las cosas con calma. Y recuerda: esto es un proceso, no un destino. Seguiréis teniendo momentos difíciles, y ambos tendréis que estar dispuestos a superarlos. #Paseando juntos Una vez que os hayáis conocido, lleva a tu pareja a dar un paseo. Puede ser un paseo corto, uno más largo o una simple vuelta a la manzana. No importa dónde salgan a pasear: un parque, la playa, el bosque, etc. Simplemente, salgan con su pareja y caminen juntos. Deja que tu pareja guíe la conversación, pero no tengas miedo de hacer preguntas o simplemente de escucharlas. Es una oportunidad para conocer a tu pareja como persona y no como un problema a resolver. Pregúntale a tu pareja sobre sí misma: qué le gusta hacer, qué no le gusta hacer, etc. Esto también puede ser una oportunidad para que hables de ti mismo: cuáles son tus intereses, cuáles son tus puntos fuertes, etc. Cuando caminen juntos, tu pareja sentirá la necesidad de empezar a hablar de sí misma también. Es normal: tu pareja está intentando que te abras y compartas. Si no quieres hablar de ti mismo, debe retirarse, a menos que ambos quieran hablar de lo que hacen o de lo que han hecho.

Lleva a tu pareja a cenar

Por último, después de haber pasado algún tiempo conociéndose, lleva a tu pareja a cenar. Puede ser a un restaurante que te guste a ti o a tu pareja. De nuevo, no tengas miedo de hacer preguntas. Si no sabes las respuestas a alguna de ellas, habla con tu pareja al respecto. Es importante que conozcas a tu pareja como persona, no sólo como un problema a resolver. Si salís a cenar, es probable que la conversación sea más larga que un simple paseo. Es una buena oportunidad para hablar de vuestros intereses y disfrutar de la compañía del otro. Ambos os beneficiaréis de ello: tu pareja se relajará y se sentirá cómoda, y tú tendrás un lugar seguro para hablar de lo que te preocupa o de lo que quieres hacer.

Conclusión

El concepto de los vínculos amorosos es sencillo. Estás en una relación porque ambos os preocupáis por el otro. Compartís intereses mutuos y ambos queréis lo mismo en la vida: ser felices. Pero, ¿qué ocurre cuando se está enamorado? ¿Cómo se mantiene esa chispa especial? ¿Cómo dar un nuevo impulso a tu relación? Si tienes una relación duradera, es probable que haya algunos aspectos en los que tú y tu pareja podáis trabajar juntos, sobre todo si a uno de los dos no le gusta mucho cómo van las cosas. Quizá te cueste creer lo poco que puede cambiar una relación con el paso del tiempo, pero piénsalo: todos crecemos, tenemos hijos y nuestras prioridades cambian. También lo hace nuestra pareja, a veces más de lo que nos gusta admitir.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *